Vergonzosas campañas de prevención del cáncer de mama

Se viene octubre, mes internacional de la prevención del cáncer de mama, y comienzan las campañas. Si en el video del año pasado del Instituto Nacional del Cáncer un médico decía «estudios demuestran que las mujeres ponen más atención cuando un hombre guapo les habla» y daba paso a un actor enseñando a hacerse el autoexamen… El de este año tiene esta frase para el bronce «nosotros los hombres tenemos un rol fundamental en la motivación para que ellas se hagan la mamografía». Y comienza con un hombre mirándole las pechugas a varias mujeres en un gimnasio.

De aquí se desprenden varias cosas:

  1. Las mujeres somos tan superficiales que sólo podemos concentrarnos ante la presencia de un macho.
  2. No tenemos motivaciones propias, nuestras acciones dependen de lo que nos determine un hombre.
  3. Hasta para las campañas de salud somos tratadas como objetos sexuales.

Me encantaría saber qué opina el Sernam de esta campaña.

¿Por qué no hacen una campaña con mujeres empoderadas, mostrando cómo puede ser su vida sana (trabajando, criando, creando, aportando a la sociedad) v/s todo el capital humano y social que se pierde con sólo una de nosotras enfermas? Hoy en Chile la gran mayoría de los hogares están formados por hogares uniparentales en que la mujer es la sostenedora del hogar. ¿Qué pasa en ese hogar si esa mujer se enferma? Y no sólo de cáncer, de lo que sea. Es tan simple hacer una buena campaña, pero insisten en cosificar nuestros cuerpos y banalizar algo tan duro como un cáncer.

Aquí la joyita de este año:

Y aquí el video del año pasado:

La linaza, un tamoxifeno natural

Las semillas de lino o linaza son la mayor fuente vegetal de omega 3. Estos aceites tienen propiedades antinflamatorias en el organismo. Además, contienen un fitoestrógeno llamado lignano que tiene un importante rol en la prevención de los tumores hormonodependientes, pues impiden la unión de los estrógenos que nuestro cuerpo produce con las células mamarias.

linaza

El tamoxifeno es un medicamento que se indica a mujeres que han tenido cáncer de mama, pues inhibe los estrógenos y evita la recidiva. Hay estudios que demuestran que la ingesta de 25 gramos (2 cucharadas soperas) de semillas de lino al día tiene un efecto similar a la toma diaria de tamoxifeno, previniendo la angiogenesis -es decir, la creación de vasos sanguíneos en el tumor- y la metástasis.

Con esto no quiero decir que haya que reemplazar el tamoxifeno por la linaza, pero sí se pueden complementar. La forma de consumirla es la siguiente: remojar las semillas al menos 12 horas, soltará una especie de gelatina, luego moler todo con una minipimer o juguera. Se pueden agregar frutas por si no te gusta el sabor de la linaza.

Siempre hay que molerlas justo al momento de consumirlas. Si las compras molidas no te sirve de nada porque el aceite que contienen se oxida. Es importante no consumir linaza mientras se está en quimioterapia: su fibra es muy dura y puede irritar la mucosa intestinal. También es importante no consumir más de 25 gramos al día, por la acumulación de cadmio.

Si te interesa leer algunos estudios al respecto, aquí los encuentras:

Tamoxifen and Flaxseed Alter Angiogenesis Regulators in Normal Human Breast Tissue In Vivo 

Dietary Flaxseed Inhibits Human Breast Cancer Growth and Metastasis and Downregulates Expression of Insulin-Like Growth Factor and Epidermal Growth Factor Receptor

Lignans and tamoxifen, alone and in combination, inhibit human breast cancer adhesion, invasion and migration in vitro

Flaxseed and its lignan and oil components reduce mammary tumor growth at a late stage of carcinogenesis

Una sobreviviente al cáncer diseñó el tipo de tarjetas que le habría gustado recibir cuando estaba enferma

Y las llamó las “tarjetas empáticas”. 

La diseñadora Emily McDowell fue diagnosticada con linfoma de Hodgkin en Etapa 3 a los 24 años. Esto la obligó a soportar 9 meses de quimioterapia y radiación, antes de entrar en remisión.

De su experiencia, nos cuenta que “La parte más difícil de mi enfermedad no es estar perdiendo el pelo, ni ser erróneamente llamado “señor” por quienes atendían en el Starbucks, ni el dolor de la quimioterapia… Lo peor fue la soledad y el aislamiento que sentí cuando muchos de mis amigos cercanos y miembros de mi familia desaparecieron, porque no sabían qué decir, o porque habían dicho algo equivocado sin darse cuenta”.

Hoy tiene 38 años de edad y se encuentra libre de cáncer desde entonces. Pero el impacto emocional de la experiencia la inspiró a diseñar una serie de tarjetas de felicitación, a las que llama “tarjetas empáticas”,  pues dicen el tipo de cosas que ella habría querido oír cuando estaba enferma.

Aquí te mostramos un par:

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Emily quería salir de lo estándar, olvidar los clichés y tratar el tema con humor, pero también cariño y comprensión. Es por eso que sus tarjetas tienen un estilo cálido, cercano e informal.

Puedes revisar su página web aquí.

Fuente: Cancercoaching y Upsocl

Cremas para las cicatrices

El cáncer de mama me dejó dos recuerditos: la cicatriz de la operación y la del cateter. Antes de la operación pensaba que iba a quedar como Frankenstein, pero la verdad es que son bien pequeñitas.(Un gran lección que aprendí de todo este proceso es que SIEMPRE lo que uno imagina es infinitamente mayor a lo que sucede) La del cateter casi ni se nota, la que está en mi boobie se nota un poco más. Ya ha pasado 1 año y las veo como parte de mí, no me molestan, aprendí a quererlas y aceptarlas. Pero eso no quiere decir que no haya hecho nada al respecto para atenuarlas.

Mi dermatóloga me recomendó dos productos: Cicapost del laboratorio Isdin y Prosil de Dispolab.

El Cicapost es una crema con un suave olor a rosas  que se absorbe rápida y completamente. Viene en un envase tipo pasta de dientes y me duró casi 1 año. Contiene: aceite de rosa mosqueta, vitamina E y centella asiática. Se supone que debe usarse 2 veces al día, pero yo la uso sólo en las mañanas porque en la noche ocupo aceite de rosa mosqueta. Vale unos 12 mil pesos chilenos aproximadamente.

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Luego que el Cicapost se ha absorbido bien me aplico el Prosil, que viene en formato de labial, así que es súper cómodo y rápido. El único ingrediente en su composición es silicona y tiene la textura de una cera, no mancha, es invisible y no tiene olor. También se debe aplicar dos veces al día, pero yo lo hago sólo una. Vale 20 mil pesos chilenos aproximadamente. Recomiendo cotizar en las farmacias antes de comprarlo, porque la primera vez que lo compré  estaba en promoción a 8 mil. También dura 1 año aprox.

prosil

En las noches ocupo aceite de rosa mosqueta de la marca Australis, que venden en Farmacias Knop. El frasco vale 3.500 pesos aprox y me dura mes. Pero es porque además lo uso para el rostro o el cuerpo. Tiene un olor fuerte, pero no es malo. Me gusta esta marca porque es orgánico, contiene no tiene excipientes y es prensado en frío. Lo uso en la noche porque como es aceite demora más en absorberse, pero no mancha la ropa.

aceite_rosa_mosqueta_unit Australis

Estos productos se pueden comenzar a utilizar una vez que la piel ha cicatrizado completamente, nunca sobre una herida abierta.

Otra cosa importante es proteger las cicatrices del sol. En mi caso, la más expuesta es la del cateter y como los rayos UV atraviesan la ropa, en verano usé la barra protectora de Vichy factor 50. También viene en formato de labial y es súper práctica para aplicarla y llevarla a todos lados. Es invisible, no mancha y se puede usar en el rostro o en los labios. También me duró casi 1 año.

vichy

Gracias por las visitas y sus mails, prometo comenzar a escribir más seguido

¡Hola a tod@s! Hace meses que no entraba al blog, la verdad es que volver a la vida «normal» después de todo lo pasado no ha sido fácil. Sobre todo por el cansancio. Si bien, ya llevo 6 meses desde mi última quimio, todavía me siento cansada. Cuido mis energías porque después de ocuparlas me cuesta mucho recuperarlas. Por ejemplo, hace unas semanas subí un cerro pequeño, 400 metros sobre el nivel del mar solamente, y demoré 3 días en recuperarme! Las cosas de la vida cotidiana que antes no me cansaban, ahora sí lo hacen y por eso he decido tomarme las cosas con calma, aprender a escuchar mi cuerpo y darle lo que necesita: descanso, más horas de sueño, distracción, etc. Por eso no he escrito.

Gracias por sus visitas y sus mails, prometo comenzar a escribir más seguido.

¡Besos!

cansancio

Hay días en que despierto sintiéndome así...

Five: cortometrajes en Netflix sobre el cáncer de mama

five

Hoy es el Día Internacional contra el Cáncer y quiero compartir con ustedes una película que vi ayer: Five, un conjunto de 5 cortometrajes que está disponible en Netflix y que retrata las experiencias de 5 mujeres con cáncer de mama y cómo el diagnóstico impacta no sólo a la mujer afectada, sino también a las personas que las rodean.
Está la historia de una niñita  cuya madre tiene cáncer de mama y nadie le explica lo que está pasando; una stripper que debe hacerse una doble mastectomía y piensa que su marido va a dejar de quererla porque ya no tiene pechugas;  una mujer de cincuenta años que le dicen que lo más probable es que muera, pero sobrevive y no sabe qué hacer con su vida; la mujer joven, exitosa y autosuficiente que no sabe pedir ayuda y tiene problemas en la relación con su madre (típico) y la oncóloga especialista en mamas que pasa a ser paciente.

No diré que son los mejores cortometrajes que he visto en mi vida, pero sí retrata muy bien algunas situaciones por las que todas hemos tenido que pasar. De hecho, me cayeron varios lagrimones. Creo que es importante ver este tipo de películas -al menos para mí- porque desde que me diagnosticaron que entré en estado de piloto automático y me costó acceder a mis sentimientos: miedo, pena, rabia, etc. Recién al terminar con las quimios pude conectarme un poco más. Es que las quimios son tan agresivas que es necesario estar fuerte para soportarlas y en ese proceso los sentimientos pasan a segundo plano, inevitablemente.  Entonces ver estas historias es una forma de poder conectarme con esos sentimientos y no dejarlos «debajo de la alfombra», creo que eso es lo que finalmente nos enferma.

Además, si bien ha pasado 1 año desde que me diagnosticaron, todavía me parece irreal, como si hubiese sido un mal sueño. No soy la única a la que le pasa, he conversado con varias mujeres de distintas edades y todas me dicen lo mismo: «¿Te pasa también que te cuesta creer todo lo que ha pasado?», y efectivamente, así es. Creo que con el tiempo podremos ir asumiendo -y sintiendo- todo lo que tuvimos que pasar.

Qué distinto sería entrar a pabellón así

Estas enfermeras bailan con una paciente con cáncer que está a punto de entrar a cirugía para darle ánimo

Qué distinto sería poder entrar a pabellón así. Yo iba totalmente entregada, pero tenía miedo. Sólo durante la cirugía es posible saber si hay ganglios comprometidos o no y cuesta manejar las incertidumbres. Recuerdo que un enfermero -mientras me ponía las medias compresoras- intentaba hacerme reír diciendo «Te estoy dejando igual a Billy Elliot» y a mí me corrían las lágrimas, pero de pena. Lloraba así como para adentro y el anestesista me hacía cariñito en la cabeza.

Es tan importante el trato que recibimos de parte del personal médico que nos atiende. Los abrazos apretados, las sonrisas, los cariñitos, se agradecen un montón. Sobre todo cuando uno se siente tan vulnerable. Recuerdo a un médico de Valdivia (la ciudad en donde vivo), que fue el que me dio el notición cuando le llevé la primera mamografía: «Esto es, con seguridad, 95% cáncer, vamos a confirmar con la biopsia. Vas a tener que operarte y hacerte quimioterapia. ¿Tienes hijos? La quimioterapia te puede dejar estéril». Me dijo todo eso mientras revisaba su whatsapp, sin siquiera mirarme a los ojos. Estaba tan shockeada que no fui capaz de decirle nada. Gracias al blog he conocido a otras pacientes que han ido al mismo médico y es una práctica habitual de él contestar sus whatsapps mientras da estos noticiones. Obviamente no fui más donde él, pero la próxima vez que lo vea quiero conversar amablemente con él y decirle que eso no se hace. Para él ese diálogo es rutina, pero para nosotras, no: en ese momento cambia nuestra vida para siempre.

Mi último descubrimiento: rosa mosqueta rugosa en polvo como antiinflamatorio

La inflamación es una respuesta necesaria y normal que utiliza nuestro organismo para defenderse de traumatismos, heridas e infecciones. Los macrófagos son células del sistema inmune que, además de «comerse» a las células tumorales muertas y agentes patógenos, se encargan de producir sustancias que generan inflamación para reparar tejidos dañados mediante una sustancia llamada Factor de Crecimiento. Cuando su tarea está lista, la inflamación cesa y los macrófagos vuelven a su tarea: vigilar que no haya agentes patógenos en el organismo y comerse a cualquier célula anormal que prolifere.

Pero cuando hay inflamación crónica los tejidos se irritan y el Factor de Crecimiento hace que las células dañadas crezcan y se expandan. El exceso de sustancias inflamatorias en la sangre bloque la apoptosis (el «suicidio» celular de las céluas dañadas), los macrófagos se «desorientan» y dejan de cumplir con su tarea.

Además, las células cancerosas obligan a los macrófagos a producir sustancias inflamatorias para su beneficio: prostaglandinas, factores de crecimiento que crean nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) y el factor nuclear kappa beta (NF-Kβ). Este último es el responsable de que el cáncer crezca y se extienda (metástasis).

Hay muchas sustancias presentes en los alimentos que inhiben este factor: las catequinas del té verde, el resveratrol del vino tinto, el licopeno del tomate y la curcumina del cúrcuma. Así como alimentos antiinflamatorios.

Uno de ellos es la rosa mosqueta rugosa en polvo. En Chile, en la farmacia Knop y tiendas naturistas, se encuentra Rosa Rugosa en polvo, de la marca Salus Flora y es orgánico.

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Contiene galactolípidos que actúan como antiinflamatorio natural. Posee un alto contenido de Vitamina C (también inhibe el NF-Kβ y estimula el sistema inmunológico) y tiene un leve efecto diurético (ideal para contrarrestar los efectos de los corticoides que aplican con la quimio y fomentar la desintoxicación). Contiene potasio, fósforo, calcio y magnesio (ayuda para los calambres y la presión arterial alta), betacarotenos, carotenos y flavonoides (conocidos por sus propiedades antioxidantes y de regeneración celular).

Todos estos compuestos no sólo ayudan a los pacientes con cáncer o en quimio, si no también, a quienes tienen reumatismo o inflamación de articulaciones.

La dosis es de 5 gramos (1 cucharadita de té) diarios durante dos meses como mínimo. Yo lo mezclo con mi batido de frutas y lo tomo al desayuno. El sabor prácticamente no se siente, es un poco ácido, pero no al nivel de irritar la mucosa gástrica. Yo lo tomaba mientras estaba en quimio y no me produjo acidez ni gastritis y lo sigo tomando hasta hoy. El paquete vale 13 mil pesos chilenos aproximadamente y dura casi 4 meses.

Y sin darme cuenta llegó la Navidad

Me parece increíble que esta noche sea Navidad. Todo este año pasó tan rápido! La sensación de irrealidad me invade, me cuesta creer que tuve cáncer. Recuerdo los meses en que estuve en quimio y se me vienen imágenes nubladas, con bordes desdibujados… Me cuesta creer que me pasó a mí. Es como si no hubiera estado completamente presente. Tengo la sensación de que el tiempo no pasó, que hubo un salto de enero de 2014 hasta hoy. Siento que todo lo que pasó entre medio fue un sueño del que recién hoy despierto.

Me gustan las tradiciones paganas porque estaban ligadas a la naturaleza y sus ritmos. Por ejemplo, el simbolismo del pino de Navidad: los celtas entraban un árbol pequeño a sus casas para protegerlo del invierno y lo volvían a plantar en primavera. Era un ritual para asegurar el renacimiento de la naturaleza. Quizás hoy la pregunta sea qué aspectos debo amparar por un tiempo para que puedan renacer y brotar a futuro.

¡Feliz Navidad para tod@s!

Tree_of_Life_by_TheeIceFaerie

El árbol celta de la vida

La quimioterapia y la fertilidad

Como la quimioterapia no distingue entre las células cancerosas y las normales ataca a todas por igual. Uno de los tejidos que pueden verse afectados es el de los ovarios. ¿Las consecuencias? Menopausia precoz y esterilidad.

Se puede preservar la fertilidad antes o durante la quimioterapia:

1. Antes de la quimio: congelar tejido ovárico o realizar una estimulación ovárica para luego extraer los óvulos y congelarlos. Yo opté por lo segundo. Eso sí, sólo pude hacerlo después de que me sacaron el tumor porque como tenía receptores de estrógenos positivos y la estimulación ovárica aumenta los estrógenos, no era posible hacerlo antes. A los 20 días post cirugía comencé con la estimulación. Tenía sólo 20 días para intentarlo porque debía comenzar con la quimioterapia.

La estimulación ovárica debe comenzar en los primeros días del ciclo menstrual y consiste en la administración diaria de varias hormonas (inyecciones subcutáneas, no duelen y lo puedes hacer tú misma) y medicamentos orales para que los estrógenos no aumenten demasiado. Es una estimulación más suave que la que se realiza a las mujeres que no han tenido cáncer de mama.

Lo que hacen estas hormonas es que el ovario comience a madurar varios óvulos y no uno o dos como en un ciclo normal. Al principio de la estimulación debes ir a controlarte cada 3 días, luego cada dos y en la útitma semana, todos los días. En los controles el ginecólogo te hará una ecografía para monitorear cuántos óvulos estás produciendo y controlar que no se produzca la ovulación hasta el día en que los extraigan.

Es importante saber que la estimulación ovárica no te asegura producir óvulos. Si tienes problemas de infertilidad o desbalances hormonales puede que se necesite más de un ciclo de estimulación para obtener óvulos. En mi caso, corrí el riesgo y afortunadamente todo salió bien.

Cuando los óvulos están lo suficiente maduros el médico te indica otras hormonas (inyección subcutánea también) para frenar la ovulación. 12 horas antes de fijada la extracción debes inyectarte otro medicamento más para que la ovalución se produzca en el momento exacto de la extracción.

¿Cómo es la extracción? Debes internarte en la clínica en ayunas, pues utilizan anestesia general. El procedimiento dura entre 45 minutos y 1 hora y con un instrumento aspiran tus óvulos. Luego te llevan a la habitación y a las 3 o 4 horas (una vez que pase el efecto de la anestesia) te dan de alta. No duele. Se siente un ligero malestar, muy similar al de «esos días».

El procedimiento, incluyendo la clínica, los exámenes, hospitalización y medicamentos, vale entre 3 y 4 millones de pesos chilenos. Los medicamentos se compran en farmacias especializadas. Me pasó que la primera tanda de medicamentos me los compré en una sucursal de Las Condes y la segunda, en Providencia y las diferencias de precios del mismo medicamentos eran de 40 mil pesos!! Así que imagino que en la sucursal del centro de Santiago son más baratos. (Me parece increíble que una misma empresa, dependiendo de la comuna en que esté ubicada, fije sus precios). Como yo no tenía tiempo y estaba recién operada no coticé, pero si tienes tiempo hazlo, porque ahorrarás dinero.

Este procedimiento no lo reembolsa la Isapre. Lo único que reembolsa es el día de cama, las ecografías y los exámenes. (En España, por ejemplo, la preservación de la fertilidad en mujeres con cáncer de mama en edad fértil que se someten a quimioterapia es cubierta por el Estado).

Luego, hay que realizar un pago semestral en la clínica para que te mantengan los óvulos congelados. Los precios varían dependiendo de la clínica y fluctúan entre los 100 y 150 mil pesos chilenos.

2. Durante la quimio: se pueden «dormir» los ovarios. Un estudio comprobó que un ovario inactivo es menos susceptible a verse afectado por la quimio. Se utiliza un medicamento llamado Goserelina. El estudio se publicó en mayo de este año y fue aprobado por la ASCO (Sociedad Americana de Oncología Clínica) para su uso en mujeres que se encuentren en quimioterapia para el cáncer de mama. Yo comencé a usarlo durante el tercer ciclo AC.

Es un implante subcutáneo que se pone mediante una inyección cerca del ombligo. Debe hacerlo una enfermera con experiencia porque -no quiero asustarte- es una aguja gigante, como las que se usan para pinchar a las vacas. Y la verdad es que duele el pinchón. La aguja es grande porque por dentro debe pasar un tubito de cera impregnando en hormonas (goserelina) que tu cuerpo va absorbiendo poco a poco. El implante debe aplicarse cada 28 días para mantener una concentración constante de goserelina en tu cuerpo y que tu ovario no «despierte».

¿Qué se siente? Bochornos! Los mismos de la menopausia. El calor se siente sobre todo en las noches. Durante el día sentirás oleadas de calor. Repentinamente sentirás, por unos 60 o 90 segundos aprox, que estás en medio de una sauna o baño turco. Y así como aparece, se va. Lo mejor es vestirse por capas para poder sacarte y ponerte ropa con facilidad. Y comprarse un abanico. Otro efecto es que los ciclos menstruales se detienen. Los primero meses los bochornos son más intensos. Después no sé si disminuyen o el cuerpo se adapta. Pero al principio reconozco que es espantoso.

locomia2 Así andaba con el Zoladex.

La goserelina llega a Chile bajo el nombre de Zoladex. Recomiendo comprarlo en la CONAC (Corporación Nacional del Cáncer) que es donde está más barato. En la Conac vale 120 mil pesos chilenos, versus los 150 o 190 mil en farmacias. Ojo con las isapres. Es un medicamento que está incluido en el GES-CAEC pero te lo cobran más caro que en la CONAC!!