Como la quimioterapia no distingue entre las células cancerosas y las normales ataca a todas por igual. Uno de los tejidos que pueden verse afectados es el de los ovarios. ¿Las consecuencias? Menopausia precoz y esterilidad.
Se puede preservar la fertilidad antes o durante la quimioterapia:
1. Antes de la quimio: congelar tejido ovárico o realizar una estimulación ovárica para luego extraer los óvulos y congelarlos. Yo opté por lo segundo. Eso sí, sólo pude hacerlo después de que me sacaron el tumor porque como tenía receptores de estrógenos positivos y la estimulación ovárica aumenta los estrógenos, no era posible hacerlo antes. A los 20 días post cirugía comencé con la estimulación. Tenía sólo 20 días para intentarlo porque debía comenzar con la quimioterapia.
La estimulación ovárica debe comenzar en los primeros días del ciclo menstrual y consiste en la administración diaria de varias hormonas (inyecciones subcutáneas, no duelen y lo puedes hacer tú misma) y medicamentos orales para que los estrógenos no aumenten demasiado. Es una estimulación más suave que la que se realiza a las mujeres que no han tenido cáncer de mama.
Lo que hacen estas hormonas es que el ovario comience a madurar varios óvulos y no uno o dos como en un ciclo normal. Al principio de la estimulación debes ir a controlarte cada 3 días, luego cada dos y en la útitma semana, todos los días. En los controles el ginecólogo te hará una ecografía para monitorear cuántos óvulos estás produciendo y controlar que no se produzca la ovulación hasta el día en que los extraigan.
Es importante saber que la estimulación ovárica no te asegura producir óvulos. Si tienes problemas de infertilidad o desbalances hormonales puede que se necesite más de un ciclo de estimulación para obtener óvulos. En mi caso, corrí el riesgo y afortunadamente todo salió bien.
Cuando los óvulos están lo suficiente maduros el médico te indica otras hormonas (inyección subcutánea también) para frenar la ovulación. 12 horas antes de fijada la extracción debes inyectarte otro medicamento más para que la ovalución se produzca en el momento exacto de la extracción.
¿Cómo es la extracción? Debes internarte en la clínica en ayunas, pues utilizan anestesia general. El procedimiento dura entre 45 minutos y 1 hora y con un instrumento aspiran tus óvulos. Luego te llevan a la habitación y a las 3 o 4 horas (una vez que pase el efecto de la anestesia) te dan de alta. No duele. Se siente un ligero malestar, muy similar al de «esos días».
El procedimiento, incluyendo la clínica, los exámenes, hospitalización y medicamentos, vale entre 3 y 4 millones de pesos chilenos. Los medicamentos se compran en farmacias especializadas. Me pasó que la primera tanda de medicamentos me los compré en una sucursal de Las Condes y la segunda, en Providencia y las diferencias de precios del mismo medicamentos eran de 40 mil pesos!! Así que imagino que en la sucursal del centro de Santiago son más baratos. (Me parece increíble que una misma empresa, dependiendo de la comuna en que esté ubicada, fije sus precios). Como yo no tenía tiempo y estaba recién operada no coticé, pero si tienes tiempo hazlo, porque ahorrarás dinero.
Este procedimiento no lo reembolsa la Isapre. Lo único que reembolsa es el día de cama, las ecografías y los exámenes. (En España, por ejemplo, la preservación de la fertilidad en mujeres con cáncer de mama en edad fértil que se someten a quimioterapia es cubierta por el Estado).
Luego, hay que realizar un pago semestral en la clínica para que te mantengan los óvulos congelados. Los precios varían dependiendo de la clínica y fluctúan entre los 100 y 150 mil pesos chilenos.
2. Durante la quimio: se pueden «dormir» los ovarios. Un estudio comprobó que un ovario inactivo es menos susceptible a verse afectado por la quimio. Se utiliza un medicamento llamado Goserelina. El estudio se publicó en mayo de este año y fue aprobado por la ASCO (Sociedad Americana de Oncología Clínica) para su uso en mujeres que se encuentren en quimioterapia para el cáncer de mama. Yo comencé a usarlo durante el tercer ciclo AC.
Es un implante subcutáneo que se pone mediante una inyección cerca del ombligo. Debe hacerlo una enfermera con experiencia porque -no quiero asustarte- es una aguja gigante, como las que se usan para pinchar a las vacas. Y la verdad es que duele el pinchón. La aguja es grande porque por dentro debe pasar un tubito de cera impregnando en hormonas (goserelina) que tu cuerpo va absorbiendo poco a poco. El implante debe aplicarse cada 28 días para mantener una concentración constante de goserelina en tu cuerpo y que tu ovario no «despierte».
¿Qué se siente? Bochornos! Los mismos de la menopausia. El calor se siente sobre todo en las noches. Durante el día sentirás oleadas de calor. Repentinamente sentirás, por unos 60 o 90 segundos aprox, que estás en medio de una sauna o baño turco. Y así como aparece, se va. Lo mejor es vestirse por capas para poder sacarte y ponerte ropa con facilidad. Y comprarse un abanico. Otro efecto es que los ciclos menstruales se detienen. Los primero meses los bochornos son más intensos. Después no sé si disminuyen o el cuerpo se adapta. Pero al principio reconozco que es espantoso.
Así andaba con el Zoladex.
La goserelina llega a Chile bajo el nombre de Zoladex. Recomiendo comprarlo en la CONAC (Corporación Nacional del Cáncer) que es donde está más barato. En la Conac vale 120 mil pesos chilenos, versus los 150 o 190 mil en farmacias. Ojo con las isapres. Es un medicamento que está incluido en el GES-CAEC pero te lo cobran más caro que en la CONAC!!